Cada cuatro años el mundial es una fiesta, yo me dejo contagiar por el espíritu futbolero y lo disfruto como muchos en el mundo. Lancé pronósticos de quienes clasificarían, me compré los albums y revistas para coleccionar, acerté algunos partidos, gané poquitos sorteos, también una mini polla entre tres personas, me alegre, grité, emocioné, divertí, también decepcioné por algunas salidas tan prontas como la de España y Costa de Marfil por ejemplo, de los dos penales que no le otorgaron a México, el arbitraje descarado de Nishimura que favoreció a Brasil en su primer partido, lo que no debió ser penal para Grecia y por el tema de Luis Suarez que ha dividido la opinión entre los que creemos que es justa la sanción versus los que lo defienden (que hasta ahora no lo entenderé, sorry amigos).
El mundial gran parte del tiempo lo vi en la oficina, con tele incluida, con jefes recontra aficionados, con el tuiter acompañando, en un lugar donde soy la única mujer pues se hubiera visto super troll que no me interese el mundial, pero felizmente eso no pasó, hasta comimos canchita y todo fluyó muy paja. Los sábados si me perdí los partidos porque ando en clases (no la pensé cuando me cambié de horario, mal cálculo), los domingos por ahora vi los partidos en casa y con Directv (oír a Juan Pablo Varsky y compañía, ver opiniones de ex futbolistas renombrados como “la brujita” Verón o Iván Zamorano le da otro feeling al mundial, no como en nuestro mediocre periodismo deportivo local y con los comentaristas que han sido víctimas de burlas en las redes sociales).
Este mundial está para contarlo a nuestros hijos (cuando los tenga): los goles de Van Persie, el récord de Muller que iguala al del gran Ronaldo, los chiripazos de Leo Messi para hacer goles y clasificar a su selección, la sorpresa que nos dio Costa Rica clasificando como puntero en el llamado Grupo de la Muerte donde era visto como el patito feo, el sorprendente Chile que eliminó a España con dos tantos, el gol del honor de David Villa y su llanto al salir de la cancha, la grandiosa Francia con señores goles que clasificó muy bien pese a no tener a su estrella Ribery (tienen a otra estrella que es Benzema por cierto), el hermoso juego de Colombia que no necesitó de Falcao para avanzar y ser líder indiscutible, las atajadas del Memo Ochoa que lo volvieron héroe mexicano, las celebraciones curiosas del piojo Herrera y así podría nombrar más cosas.
Se vienen los octavos, partidos difíciles, algunos con pronósticos reservados, cualquier cosa puede pasar. Sigamos disfrutando, pero ya me está entrando la nostalgia de no querer que acabe el mundial. ¿A quién le apuestan a ganador?
Lean opiniones sobre el mundial en Cancha Llena, Juan Carlos Ortecho, el blog de Victor Liza y el resumen de todos los partidos ya vistos por aquí.
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